Este año volvemos a conmemorar el 8 de marzo, con la misma carga de compromiso por hacer efectiva la igualdad de derechos entre mujeres y hombres, conscientes de que es ésta una tarea inacabada y porque todavía hay mucho que recorrer. La gravedad de la pandemia requiere extremar la actitud cívica de prudencia que hoy nos aconseja no salir a la calle, pero ello no evita que se difundan y se hagan oír, y sobre todo escuchar, las necesarias voces que, cargadas de razones, nos hagan avanzar en los propósitos de justicia e igualdad. El compromiso con esas voces se…
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