Vamos pasando semana tras semana y si algo nos está enseñando la crisis que vivimos actualmente es que el cuidado psicosocial es un elemento clave en la gestión de personas adultas y también en nuestros niños y niñas.
Todos grandes y pequeños estamos viviendo y estamos expuestos a elementos que nos estresan mantenidos en el tiempo de estar en casa o de salir poco a poco retomando actividad en el momento de las fases de desescalada, ahora nos centramos en cómo gestionar la incertidumbre, el miedo a la enfermedad, el cómo nos tenemos que saludar, las medidas de higiene que todos tenemos que llevar a cabo, las mascarillas…, cuestiones que vivimos, sentimos y trasmitimos a nuestros peques., y que tenemos que aprender todos a llevarlo a cabo
Las consecuencias psicológicas del confinamiento obligatorio y todas las incertidumbres que tenemos nos hace sentirnos vulnerables por ser algo que no habíamos vivido antes Importante es adecuar las nuevas circunstancias de forma positiva y así conseguiremos dar una respuesta adecuada a la nueva realidad., minimizaremos nuestro desgaste emocional valor indispensable para que los niños y niñas pequeños tengan un modelo positivo y fuerte. No existe un decálogo de consejos mágicos, pero si podemos llevar a acabo pequeñas pautas en nuestras rutinas, rutinas que nunca nos cansaremos de señalar lo importantes que son en el desarrollo de los niños y niñas. El bienestar empieza por cubrir las necesidades primarias Cuidarnos: tener pautas de sueño, comer de manera adecuada, mantener una determinada actividad física Expresar lo que sentimos. Tenemos emociones negativas o positivas, y todas ellas cumplen una función. La diferencia es que algunas son placenteras y otras incómodas. Aceptar que sentimos miedo o incertidumbre, nos facilitará la calma suficiente para gestionarlas eso si en modo positivo. Protege a tus niños y ti mismo de la sobreinformación. Es mejor gestionar la información y que dosifiquemos la misma para no vernos sobrepasados Apoyarnos en nuestro entorno. Ya sea profesional o personal. Para bien o para mal, todos estamos juntos en este barco. Compartir nuestras impresiones nos descargará de la tensión que nos rodea. Establecer un orden diario. Nos ayudará a tomar control sobre lo que está ocurriendo y esto repercutirá en tu propia seguridad de vivir nuestro día a día. Confianza. En nuestras propias capacidades, en la potencialidad grupal, en la fuerza social… No siempre haremos lo mejor, pero debemos poner todo de nuestra parte y predisponernos a la acción.
En estas semanas de confinamiento hemos tenido que hacer frente a una situación desconocida y sin precedentes que ha despertado muchas emociones en nosotros y en nuestros hijos, pero tenemos que trabajar en herramientas personales como padres como educadores…, para que esta vivencia sea un aprendizaje a nuevas formas de protección y cuidado mutuo.
MUCHO ÁNIMO FAMILIAS
Deseamos con todas nuestras fuerzas que estéis todos bien.