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Seguramente hoy será uno de esos días en los que nuestras conversaciones se escucharán distintas opiniones, sugerencias y mil ideas de algo tan común y en estos momentos tan especial como que nuestros niños y niñas salgan a la calle.

En estas semanas tanto adultos como niños hemos tenido seguramente más momentos de los habituales de tablets o tv, también seguramente mucho juego, actividades plásticas, música y cuentos en familia, pero todos, todos echamos de menos la calle, los parques, el campo…, en definitiva jugar diariamente al aire libre.

Hay niños y niñas que no tienen hermanos, o no pueden salir a una terraza o a un patio, jugar con otros niños es básico porque socializan y aprenden a jugar con sus iguales, por eso ahora de algún modo, estamos valorando lo importante que es.

Que nuestros pequeños y pequeñas jueguen al aire libre tiene infinitos beneficios para ellos pero también para las familias, no es sólo pasar un rato en contacto con la naturaleza en familia o con otros niños (cuando podamos estar juntos nuevamente), es aprovechar todos esos beneficios que nos da la salida a la calle.

Potenciamos nuestra creatividad, conocemos el entorno e investigamos que podemos hacer o a que podamos jugar en la calle, en el parque, en la montaña, en la playa…

Prevenimos la obesidad, dejamos unos y otros los hábitos sedentarios al salir fuera de nuestro hogar nos vemos obligados a desarrollar actividad física, caminamos, corremos, saltamos…

Favorece la relación con los demás, aprendemos a compartir, a socializar, aunque ahora este aspecto lo enmarcamos en ver a otros niños y niñas con la distancia social que todos tenemos que llevar y con la máxima prudencia.

En general cuando salimos a la calle tendemos a ser más autónomos e independientes, por el simple hecho de ser curiosos, ante cosas nuevas que podamos ver.

Ya desde bebés, al andar gatear o correr experimentan con texturas diferentes, con superficies como la arena, el césped, las piedras, manipulan diferentes materiales como las hojas, los troncos de árboles, las plantas…, conocen olores peculiares sonidos de animales. Este tipo de experiencias tan comunes a todos nos han ayudado desde que nacemos a conocer el mundo que nos rodea ya estimular nuestros sentidos, en definitiva a crecer.

Vamos creciendo sin dar importancia a veces al juego al aire libre, nos movemos, hacemos ejercicio, socializamos con otras personas que no son de nuestra familia, potenciamos los sentidos cuando olemos, manipulamos, miramos.., quemamos calorías y dormimos mucho mejor.

MUCHO ÁNIMO FAMILIAS

Deseamos con todas nuestras fuerzas que estéis todos bien, y siempre terminaremos nuestra ventana especial con el mismo consejo:

NO OLVIDÉIS APLAUDIR MUCHO A LAS 8 DE LA TARDE, POR VOSOTROS TAMBIÉN