Comparte

Estamos en ya en otra fase de esta situación especial, hoy seguro que es un día de esperados reencuentros aunque sean algo diferentes por el momento. En estos reencuentros seguro que encontramos algún paseíto donde veamos árboles, flores, distintos tipos de plantas…, y seguro que hablamos de ello con los peques de la casa.

Nos fijábamos la semana pasada en los colores y lo estimulantes que pueden llegar a ser, pues también vamos a repasar a grandes rasgos lo beneficioso de aprender a cuidar y querer las plantas., en plena Primavera es un momento ideal.

El cuidado de las plantas puede ser una actividad recreativa desde muy pequeños, que nos permite trabajar muchos aspectos., es una actividad educativa completa que abarca desde la psicomotricidad hasta la educación en valores.

El desarrollo de actividades de jardinería ya sea recogiendo hojas en un jardín, viendo plantas y árboles en un paseo o sembrando alguna semilla en un vaso de yogur, por ejemplo, aporta aspectos positivos que ayudan sin darnos cuenta a canalizar emociones como cambios de comportamiento ante la llegada de un hermano, o ayuda a reforzar algunas pequeñas regresiones infantiles comunes durante esta pandemia, o ayuda a organizar la estructura mental para peques más desorganizados.

Cuando realizamos este tipo de actividades con nuestros pequeños y pequeñas estamos realizando juego sensorial al meter las manos en la tierra, al añadir agua y ver lo que pasa cuando lo hacemos, ver día a día como crece una pequeña semilla, y si esa planta tiene una flor que luego da un vegetal que podamos comer., estamos a la vez fomentando alimentación saludable, curiosidad por como ha pasado, nos estamos divirtiendo sin darnos cuenta del trabajo que hacemos.

Mejoramos la psicomotricidad fina cuando con sus manitas recogemos hojitas o cualquier elemento del campo, además es una buena actividad familiar. Puede ser una mejora en la educación de la paciencia, aprender a esperar, a dar tiempo a que la semilla sea una plantita. Fomenta la responsabilidad, cuidar ese proceso.

Disminuye nuestro estrés, la ansiedad o las inquietudes, la jardinería en general y actividades de jardinería con nuestros peques produce satisfacción personal, enseñamos el esfuerzo y constancia hacen llegar a resultados.

Por supuesto incrementa el vocabulario, aprendemos nombres de plantas, flores, nuevas palabras sobre su cuidado (regar, plantar…)

Estamos desarrollando un estilo de vida sana, más saludable, fomentamos el aprender el ciclo de la vida en las plantas, podemos hacer que en los niños y niñas se despierte la curiosidad natural aspecto muy importante en su desarrollo.

Y como no, conocemos las estaciones del año, ciclo natural y recurso fundamental en muchos aspectos para el crecimiento de nuestros hijos e hijas.

MUCHO ÁNIMO FAMILIAS